Monitorear a los adolescentes es una forma de arte. Monitorear demasiado y los adolescentes se rebelarán o no aprenderán las habilidades que necesitan para funcionar solos. Y muy poca supervisión puede dar lugar a comportamientos que causan problemas. ¿Qué hacer? Estas son algunas estrategias para tener en cuenta para monitorear a los adolescentes.
Monitoreando a los adolescentes
- Saber dónde están nuestros adolescentes, especialmente en la noche y los fines de semana.
- Hacerles saber a los adolescentes que el uso de alcohol, cigarrillos o drogas es ilegal e inaceptable, y que le molestaría mucho.
- Monitorear los programas de televisión que los adolescentes ven.
- Establecer reglas sobre la música que los adolescentes escuchan.
- Saber cómo les va a los adolescentes en la escuela. No desaprovechar las reuniones de padres y maestros.
- Monitorear el uso de Internet. Esto es un grande. Mantener las computadoras en las habitaciones «públicas» de la casa.
- Tratar de comer juntos regularmente (sin la televisión, por favor).
- Los horarios límites son buenos. Hacerlos cumplir. Y conocer las leyes de horario límite para jóvenes en su comunidad.
- Hablar con ellos cuando los adolescentes llegan a casa de la escuela.
- Tener rutinas familiares.
Respetar a nuestros adolescentes
- Explicar por qué necesitamos saber sobre sus actividades.
- Reconocer su necesidad de independencia.
- Reconocer a medida que los adolescentes maduran, nuestras expectativas deberían cambiar en consecuencia.
- Alimentar su autosuficiencia. Generar confianza al dar más libertad gradualmente.
Cuando todo lo demás falla
A veces, los mejores planes no funcionan y los adolescentes se encuentran en situaciones hasta el cuello. Tener una palabra clave familiar como «pez azul». Cuando un adolescente llama para decir: «Hay muchos peces azules aquí», significa que algo está mal. Vaya a buscarlos, sin preguntas.